«AQUÍ SE SUEÑA»… UN EMPRENDIMIENTO DE NURIA SUAREZ

Nuria asegura que «el metal me encontró a mí. Yo soy radióloga, trabajaba en una clínica privada, y en un momento hubo cambio de dueños y de personal y me quedé sin trabajo. Yo en aquel momento pensaba que ese trabajo era mi amor, porque me gustaba mucho».

Ante la situación de haberse quedado sin trabajo fijo, en el 2018, comenzó a buscar algo para distraer la mente y así fue como dio con el curso de orfebrería. «En la primera clase pensé que no tenía la paciencia suficiente, pero lo intenté, y de esa clase salí con un llavero, muy contenta con el resultado, me gustó» recuerda. 

Así fue como, con el tiempo, comenzó a hacer cosas que se le iban a la mente. A los pocos meses de comenzar con el curso, surgió la posibilidad de empezar a vender sus productos. «Yo siempre fui consumidora de las ferias de artesanos, me encanta. Además, en aquel entonces, me había empezado a comprar mis primeras herramientas».

En esos tiempos, Nuria vendía ropa y para comenzar a hacer conocer sus productos elaborados por ella misma, aprovechaba para mostrarle a sus clientas las cosas que iba haciendo. Enseguida, una clienta, se entusiasmó al comprar una remera y una medalla para regalar. Nuria recuerda, entre risas «lo hacía de cara rota, porque en realidad no me animaba a vender las cosas que hacía». Así fue como comenzó y se fue haciendo conocida gracias al boca en boca y fue creciendo a pasos agigantados, adquiriendo nuevas herramientas y clientes, y queriendo cada vez más. 

De esta manera, la pandemia la encontró ya con el taller armado en su propia casa, con las herramientas necesarias para seguir con el emprendimiento. «Para mí fue maravilloso estar en pandemia con el taller armado. El taller era mi escape. Aunque encontrarle la parte comercial para mí fue lo más difícil, ya que ponerle precio a lo que uno hace es muy difícil. Hay gente que no te pregunta el precio, porque le da valor de ser artesanal, pero hay otros que comparan con los productos industriales».

Asimismo, destaca la importancia de sus hijas y su marido, que la acompañan y apoyan en todo esto. Actualmente, este proyecto es la gran pasión de Nuria. «Nunca me imaginé en mi vida que yo era capaz de hacer algo artesanal. Yo me lo imagino en la mente y me sale tal cual me lo imagino. Hay piezas que las termino y es una gran satisfacción, realmente es maravilloso».

Nuria tiene un pequeño stock en su taller y elabora piezas personalizadas. Además, siempre que puede participa de las ferias locales con gran placer. De a poco, va ganando su lugar y sus propios clientes. «Este taller en casa es además un espacio que construyó mi marido, donde también es un espacio de exhibición para quienes quieran ver mis productos y mi manera de trabajar».

Además, asegura que con este proyecto puede organizar mejor sus tiempos «puedo compartir mas con mi familia, no me pierdo actos ni momentos importantes y puedo disfrutar de todo. Esto no es solo mi ingreso económico, sino que en su momento me salvó de la tristeza».

@conlasmanosyelcorazon                    

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Gaiman - Chubut