Emprender con pasión y vocación

Pero para poder encontrar su vocación y esto, que es lo que realmente la apasiona, tuvo que recorrer un largo camino. Trabaja desde los 15 años, estudió licenciatura en turismo en Bahía Blanca. Tuvo emprendimientos varios, desde ensaladas a ropa. Hace un tiempo conoció a una amiga que estudiaba peluquería, y le propuso abrir juntas un salón, a pesar de que ella no tenía ni idea sobre el tema. “Yo no sabía nada, pero la quería ayudar”. Su colega incursionó en el mundo de las pestañas y quiso enseñarle, pero no hubo éxito.

Así fue que Jessica decidió comenzar a estudiar enserio y meterse de lleno en ese mundo de las pestañas que le había llamado tanto la atención. Viajó a Buenos Aires para capacitarse y se encontró con la persona indicada que le enseñó a hacer lifting y perfilados. “Quedé fascinada” confiesa. Y agrega “me parecía increíble cómo se le podía cambiar la mirada a una persona en un rato”.

De esta manera, comenzó a trabajar con esto en Trelew, y el boca a boca fue creciendo. “Empecé como un hobby, para desconectar y con el tiempo se volvió un negocio. En aquella época trabajaba todos los días de 2 de la tarde a 10 de la noche sin parar. Fue un boom”.

Jessica había encontrado su vocación y fue sumando su propia clientela. “Encontré algo que me gustaba y casi no conocía. Me apasionó y así lo empecé a hacer con muchas ganas, y tuve una repercusión increíble”.

Jessica asegura que aún posee clientas desde aquellos primeros comienzos. “Yo no estaba en el rubro y ellas confiaban en mí, y eso me gustaba y me daba un incentivo enorme. Es super importante el boca a boca en lugares como esta ciudad”.

Con el tiempo siguió viajando a Buenos Aires para seguir capacitándose y seguir aprendiendo. Una cosa fue llevando a la otra, y después de realizar un curso, le surgía hacer otro y así sucesivamente.  “Nunca imaginé que esto era un mundo tan grande”.

Jessica recuerda que después de haber realizado el primer curso, la invitaron a participar en un congreso en Puerto Madryn en donde había gente de todas partes del mundo y ahí se dio cuenta que un montón de gente se dedicaba a esto y podía vivir de eso.

Al ir creando su camino y vocación consiguió poder abrir su propio espacio en Trelew para atender (Rivadavia 1389), en el cual está hasta hoy en día, y donde comparte con otras chicas.

Actualmente, además de realizar la atención de perfilados, pestañas, extensiones, laminados, color, lifting, también se encuentra dictando capacitaciones.

“Me gusta que mi espacio funcione como escuela, que vengan y practiquen y estén con nosotras trabajando y vayan armando cada una su currículo, aprendiendo bien y lanzándose y animándose. Es importante que puedan tener una mentora en Trelew, que las pueda asesorar y acompañar siempre ante cualquier duda. Mis alumnas saben que siempre pueden volver, que estoy y pueden contar conmigo” asegura.

Jessica también recalca la importancia de las prácticas en las capacitaciones. “Mis capacitaciones tienen teoría y mucha práctica. No es un curso convencional. La idea es que salgan seguras”.